La Historia de esos días

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La historia de esos días

23 de diciembre de 2011

Justicia que se retarda, no es justicia

Mediante  una  conducta   inmoral y falta  de ética el Dr. Alfonso Pedraza Aguilera,  continúa  defendiendo  lo indefendible.  Nos afectó a Francisco Contreras  y a mí  actuando con imprevisibilidad,  nos dejo un catéter  en la rodilla  y nos envió nuestro domicilio, debiendo según la Lex Artis  de la Medicina,  retirar el catéter intra hospitalariamente. CESAMED dictamino y  estableció  Negligencia médica.  El juez  Penal Numero uno en Puebla, (proceso  149/2010) dicto  auto de formal prisión contra el médico negligente, por  delito   el delito de lesiones a titulo de culpa.   
El  médico  denunciado  solicito  amparo contra  la  formal prisión  que le  fue sobreseído, ante lo cual  el juez penal   ordeno  su  aprensión.  Nuevamente  el inmoral  medico  se  amparó, otorgando el amparo por el juez décimo primero  de distrito ( proceso 139/2011), únicamente para que  el Ministerio Publico cumpla  con  la obligación  que omitió  de ordenar la mediación  entre  el ofensor  y el agraviado, para que el litigio se solucione sin  llegar a la sanción punitiva  contra el médico.
El amparo aunque se supone  defiende   imparcialmente el derecho de  los ciudadanos ,  deja  ver  un acto de  justicia    inentendible, si se considera que   mi averiguación previa  fue atendida  por  seis  Ministerios Públicos  y  todos omitieron  el proceso de medicación contemplado por  el Código  de Defensa Social que el juez observo. 
Para el agraviado,  transcurrieron   ya  cinco años sin que  un servidor   público encargado de  atender la averiguación previa,    cumpliera   su obligación  de ordenar el proceso de mediación. El acto jurídico,   beneficia al infractor de las normas oficiales mexicanas  en materia   sanitaria,  y al  infractor del Código de Defensa Social del Estado de Puebla.
La impunidad  se ve favorecida  nuevamente  por el sistema judicial. ¿Cuánto tiempo deberá transcurrir para que la justicia    se deshaga de  la venda que cubre sus ojos?. ¿Ésta es la justicia  que  pregonan  quienes  están encargados de  impartirla?, ¿protegiendo a un medico  de sus errores la Autoridad  judicial  y Sanitaria, pretenden  ser garantes de justicia  para la ciudadanía?
El tiempo transcurre y  el ortopedista Alfonso Pedraza Aguilera   continua   depredando   la Ética y Moral del  gremio médico,   con soberbia y artilugios legales  se beneficia de la impunidad  que le brindan  quienes   dictaminan que   el delito  del médico no es grave  y   según su derecho  debió pasar  por un proceso de mediación en el Ministerio Publico.
Lo anterior me obliga a preguntar: ¿y mi derecho donde queda?  ¿Debo  sufrir  como agraviado  la ofensa legal de  tener que seguir perdiendo tiempo para que se repare el daño  que me dejo lisiado de por vida?. ¿El juez  que tuvo en sus manos el  amparo  solicitado por mi  ofensor,  considero que seis agentes omitieron  un artículo contemplado por la ley?
Esto raya  en una especie  de  telenovela,  por lo tanto;  no se pierdan el siguiente capítulo.

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